“El Envío Electrónico de la Contabilidad al SAT: ¿Daño Colateral?”

Dr. Silvino Vergara Nava

“Se espera que los individuos busquen y encuentren
respuestas individuales a problemas creados
En el nivel social.”

Ulrich Beck

A partir de las actividades económicas de los contribuyentes del pasado mes de Julio de 2014, las personas morales, se encuentran obligadas a ingresar sus registros contables en forma mensual al Servicio de Administración Tributaria vía internet -artículo 28 fracción IV del Código Fiscal de la Federación- permitiéndose, por tratarse del primer mes y los subsecuentes, una prorroga para enviarse en Enero del próximo año, y así sucesivamente. Esta medida jurídica no esta prevista en otro país, tal parece que México es la prueba piloto de lo que, valdría preguntarse: ¿Por qué México?, todo hace indicar que se trata de un daño colateral de la reforma energética, entendida en voz de Z. Bauman: “Las bajas se tildan de colaterales en la medida en que se descartan porque su escasa importancia no justifica los costos que implica su protección” (BAUMAN, Zygmunt “Daños colaterales” Fondo de Cultura Económica, México, 2011).
Así, si la gran esperanza en este sexenio es el arribo de inversión extranjera con dicha reforma energética, ésta deberá de contratar y convenir con empresas mexicanas, por ende, para que estas empresas foráneas tengan la seguridad en conocer con quien están contratando, es evidente que se requiere transparentar la actividad financiera de las sociedades mexicanas, y esta puede ser la razón por la cual se ha implementado esta obligación. Sin embargo, los problemas que surgen, son diversos, pero principalmente dos: a) Se esta dando mayor importancia a esta transparencia para la inversión extranjera que al derecho de intimidad que debe de gozar cualquier gobernado, pues la pérdida de confidencialidad de la información contable, y con ello la fiscalización permanente, es evidente su inconstitucionalidad, sin embargo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación tendrá la última palabra, y b) Que las empresas mexicanas para el cumplimiento de esta obligación, no cuentan en la mayoría con las capacidades en cuanto a infraestructura y financiera suficientes -se debe recordar que, contar con un programa de computo para cumplir no es gratuito para el contribuyente- con lo cual se puede concluir que, una vez más se optó por el ámbito económico que, por el jurídico, una muestra más del mundo consumista actual. Con la reforma energética se requiere consumir empresas mexicanas transparentes para los contratantes foráneos, el problema es que no será la misma situación a la inversa, es decir, con estas empresas transnacionales se mantiene su obscuridad financiera, que resulta parte de su éxito económico.

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