¿Qué sigue después de la reforma tributaria de las outsourcing?

«Le solicito al Congreso de la República el retiro del proyecto radicado por el Ministerio de Hacienda y tramitar de manera urgente un nuevo proyecto fruto de los consensos».

Iván Duque
Presidente de Colombia

El pasado 23 de abril de 2021, como ya es conocido por la generalidad, en el turno vespertino y con urgencia, en el Diario Oficial de la Federación, se publicó la reforma para delimitar los servicios de outsourcing que regula la materia laboral, cuyas repercusiones son eminentemente fiscales. Por ello, la reforma acaparó las leyes tributarias federales; reformas que entran en vigor el 1 de agosto de 2021. Así ocurrirá, a pesar de que son reformas fiscales que, por cuestión de orden y, sobre todo, por certeza jurídica para los contribuyentes, generalmente entran en vigor al inicio del ejercicio fiscal, y no una vez avanzado, como en esta ocasión. Por la presión internacional sobre México, la cual le exigió que se publicara y entrara en vigor a como diera lugar y a la brevedad posible esa reformar. Dicho sea de paso, el tiempo ya dirá si esta reforma sobre las outsourcing tiene que ver con condicionantes para el suministro de vacunas que México recibe del extranjero, principalmente, de Estados Unidos de América; en su momento, se comprobará.

Que esta reforma entre en vigor a más de la mitad del año es imprudente, (pues las reglas del año fiscal ya están puestas antes de que inicie el mismo, siendo ese el espíritu de la propia Constitución, esto es, brindar certeza a los contribuyentes de lo que se avecina en un ejercicio fiscal), que, el 1 de agosto de 2021, inicien los cambios a las leyes fiscales rompe con toda la parafernalia legislativa que existe al rededor de la ley de ingresos de cada año. En resumen, es una medida evidentemente imprudente del legislador; lo cual, por ese simple suceso, resulta inconstitucional.

Independientemente de la inconstitucionalidad, hay otro problema, el cual estriba en que esta administración pública federal había sostenido que la reforma fiscal integral (la que corresponde a este sexenio) se presentaría en 2021 para que entrara en vigor el 1 de enero de 2022; pero, con esta reforma publicada el 23 de abril de 2021, cuya parte tributaria entra en vigor el día 1 de agosto de 2021, se está adelantando la reforma tributaria. Basta mencionar simplemente lo que ha sucedido con esta reforma fiscal (que se encubre como laboral): aumento de sanciones por la terciarización, derogación de la retención del IVA por suministro de personal, reforma de responsabilidad solidara en materia de seguridad social e impositiva, nuevas infracciones en materia de seguridad social y tributaria, limitaciones para deducción en Impuesto Sobre la Renta y acreditamiento del Impuesto al Valor Agregado, aumento de obligaciones formales (como requerir al proveedor información de la constancia del registro del sub-contratista en la Secretaría del Trabajo, la constancia de pago de salarios de los trabajadores, la constancia de pago de aportaciones de seguridad social, la constancia de pago de impuesto al valor agregado y la constancia de pago del impuesto sobre la renta).

Parece que se ha adelantado esa reforma fiscal, aun cuando las voces oficiales pregonaban que se implementaría en 2022. Incluso, es una reforma que se sigue mencionando sin que se sepa su contenido. Por lo cual, habrá que tener mucho cuidado con ella, con sus alcances, con la participación de la academia y de la población en ella. No queremos que suceda lo que está pasando todos los días en Colombia, donde, una reforma tributaria propuesta por el presidente de esa nación detonó las protestas del pueblo contra su gobierno, pues, como siempre, el que paga los platos rotos es el pueblo. Solo es cuestión de observar lo sucedido en estos días en aquel país: heridos, muertos en las manifestaciones. Aquí en México, estamos a tiempo de una verdadera reforma fiscal, una que saque al país del atolladero en que está metido desde hace 25 años. Ojalá que la propuesta de esa reforma no sea como la que correspondió a la outsourcing: más obligaciones, más infracciones, más castigos. Por ello, la pregunta de: ¿Qué sigue después de la reforma tributaria de las outsourcing? (Web: parmenasradio.org).

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