¡Pare de sufrir! Llegó el populismo al mundo

Silvino Vergara Nava

“El mundo se ha vuelto tan falso, frívolo y

frenético que no podrá mantener

por mucho tiempo su despliegue de

hechizos y se hundirá, como todas las

cosas huérfanas de arraigo y de sentido.”

Jordi Pigem

Con el cambio de la presidencia en Estados Unidos de América en este enero de 2025, se ha inundado el mundo de gobiernos populistas, algo así como lo sucedido en el siglo XX, particularmente, en la década de los treinta, pero allí con los gobiernos totalitarios que se cundieron por todos lados, como fueron, Grecia, Italia, Portugal, España y desde luego, Alemania.

Gobiernos que dominaron en sus naciones cualquier decisión, no pasó por encima de sus titulares ninguna ley, decreto o reglamento, ninguna sentencia o resolución dejaban escapar de su control, ninguna regulación administrativa, como los permisos, licencias, autorizaciones a sus gobernados podían expedirse si es que no fueran aprobadas por sus gobiernos y particularmente, por sus altos mandos.

Así, estos gobiernos, sin control alguno, provocaron los politicidios, esto es, la muerte generalizada de personas que tenían ideales políticos opuestos a los gobiernos en turno, o bien, los genocidios, que consisten en la muerte de una gran cantidad de seres humanos por razones simplemente de raza.

Después de esas experiencias que fueron desapareciendo aproximadamente hace 80 años, con el fin de la segunda guerra mundial, el mundo occidental fue cambiando para impedir los gobiernos totalitarios y, se establecieron paulatinamente mayores controles para implementar gobiernos democráticos.

Además, para controlar al legislador omnipotente de los gobiernos totalitarios, es decir que el titular del poder pueda imponer y legislar todo lo que le plazca, se implementaron los Estados Constitucionales Democráticos de Derecho, los tribunales constitucionales y los juicios que controlaban el contenido de las leyes que se aprueban, para que esas leyes no puedan contradecir el contenido de la Constitución.

Y desde luego que, las constituciones se llenaron de los derechos humanos, que legitiman al poder ante sus gobernantes, las naciones, por tanto, están para tutelar y garantizar los derechos humanos de su población, en resumen; llegamos al mundo ideal, es más: ¡Pare de sufrir!

Así, 80 años después de estos sucesos, con toda esa estructura, se fueron transformando en esos Estados Constitucionales Democráticos de Derecho, sin embargo, en los últimos tiempos se han cundido muchos de estos países del mundo occidental en gobiernos populistas, que apropiadamente se les denomina como gobiernos “oclocratas”.

Bajo la visión de estos gobiernos populistas, auspiciados por los medios masivos de comunicación, de la publicidad de la cual muchas de las ocasiones controlan en estas naciones hasta el pensamiento de su población, se legitiman apelando a la mayor protección de los derechos humanos, sin límite alguno, es decir, se han configurado sistemas de gobierno en donde los derechos humanos han perdido el horizonte, porque no tienen límite, son tantos que no se pueden prácticamente numerar, si bien contábamos en algún momento con una primera generación de derechos humanos, ahora se habla de mucho más que esa primera generación y, se ha vuelto la mejor manera para mantener y legitimar el gobierno ante su población, en especial con los denominados: “derechos sociales”, que consisten en aquellos que tutelan el bienestar de los seres humanos, tal es el caso de los derechos a la salud, a la alimentación, al acceso al agua, a la habitación, que se han convertido en los principales retos de los gobiernos para cumplir con sus cometidos de mantenerse en el poder y legitimar sus funciones ante sus pobladores.

El problema es que estos argumentos para mantenerse en el poder resultan temporales, momentáneos, pues son imposibles de cumplir, ya que los gobiernos no cuentan con recursos económicos, políticos, jurídicos, estructurales, etc., para ello, desafortunadamente, está llegando el momento en el mundo occidental de que esta concepción de los derechos humanos esta resultando insuficiente para justificar a los gobiernos, por ello es que, ante la incapacidad de cumplir con esos fines es que se han transformado en gobiernos populistas.

Se han implementado este tipo de gobiernos populistas porque ante la incapacidad de verdaderamente tutelar los derechos de la población, como se sostuvo hace 80 años, se están justificando con meros espejismos, sucesos imaginarios que es lo que nos hemos topado en estos tiempos, los argumentos de cambiar el nombre a un golfo, quitar el impuesto a las propinas, adquirir Greolandía, por citar algunos ejemplos, son muestra de populismo, que es la segunda etapa de esos estados que pretendían proteger derechos humanos y que son sabedores que no lo pueden hacer, por ello buscan estas medidas mediáticas. Ahora, lo que hay que considerar es; ¿qué nos espera con los gobiernos populistas? (Web: parmenasradio.org)

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