-99 años de la guerra cristera-
Silvino Vergara Nava
“Yo muero, pero Dios no muere.
Viva Cristo Rey.”
Anacleto González Flores
(Mártir de la guerra cristera
1888-1927)
La historia que no se comenta, la historia que no es oficial, es la historia de la guerra cristera en nuestra nación, es uno de los momentos de esta nación que pareciera que no existió, cómo que no hay interés en ponerla en los libros de texto, en las anécdotas que hay que escribir, se ha tratado de algo simplemente olvidado, y este 14 de junio de 2025, se cumplirán 99 años en que se promulgaron las disposiciones legales que provocaron este conflicto armado, esta guerra civil.
La guerra cristera o de los cristeros, era una crónica de una guerra anunciada, pues lo cierto es que, su antecedente data desde mediados del siglo XIX, con la promulgación de la Constitución de 1857, en donde se establecieron una serie de modificaciones legales que restringían el papel de la iglesia católica en México, esto como parte de toda esa persecución a la Iglesia con las famosas leyes de reforma, que desde luego, en esa historia plana que se nos cuenta en los libros de textos y por los historiadores auspiciados por una “bequita” gubernamental, no se dice nada al respecto, como muchas de las cosas que pasan en la actualidad, que no llegan a los medios de comunicación, sino que se quedan en las historias verdaderas de las calles de las ciudades y poblaciones, con el ciudadano de a pie.
El antecedente de la guerra cristera que, si bien fue desde esas leyes de reforma y la Constitución de 1857, que incluso el propio presidente poblano Ignacio Comonfort, después la rechazo, aduciendo que con ese instrumento constitucional era imposible gobernar, fue el inició de esta rivalidad entre los católicos y los que no lo eran, entre ellos los “libres pensadores”. Resulta que la gota que derramó el agua, fue la que corresponde a la promulgación de las disposiciones dictadas por el presidente Plutarco Elías Calles, el 14 de junio de 1926.
Desde luego que, eso no fue todo, también están las expulsiones de los ministros de culto extranjeros, o bien, las regulaciones del gobierno de Tabasco, en donde se establecieron medidas absurdas y retadoras para la iglesia católica y sus feligreses, como obligar en aquellos tiempos a que, los sacerdotes se casaran, que no caminaran en las calles con sus vestimentas de culto, etc.
Todas esas regulaciones lo que provocaron fue que, terminando la revolución, el siguiente paso fue esta guerra cristera que duro hasta el año de 1929, cuando estaba ya en el gobierno Emilio Portes Gil, que estableció una serie de medidas para pacificar la nación, es bien sabido que una guerra civil, es más complicado llegar a su fin que una guerra entre naciones, pues en esta debe de haber una gran parte de convencimiento con la población que se ha levantado en armas, por lo que no basta con una orden militar, ya que las guerras civiles, como su nombre lo dice, son entre los civiles, y eso fue lo que sucedió en las entidades federativas, en donde se presentó esta serie de acciones bélicas, como fue en Guanajuato, Querétaro, Jalisco, Michoacán, Nayarit, etc.
¿Por qué no se habla de esta parte de la historia?, ¿por qué se pretende olvidar estos pasajes de la historia reciente de México?, quizá para no abrir heridas en donde aun están por cerrarse, posiblemente, porque es necesario evitar hablar de esta guerra de los cristeros, porque el protagonista de ella fue el gobierno federal después de la revolución, o bien, porque el presidente que reprimió a la iglesia y a los católicos, fue nada menos que el fundador del partido político que gobernó en México 80 años.
Estamos por cumplir 100 años del inicio de la guerra cristera, que será el próximo 2026, por ende, son tiempos para recordar estos sucesos tan lamentables en México, para no olvidar parte de la historia de la nación, donde la iglesia católica y los integrantes de ella han tenido un papel protagónico desde la independencia de la nación, pero hoy la iglesia, tan alejada de las principales decisiones gubernamentales, de los propios gobernantes y gobernados, pudiera ser que es una de las razones por las cuales se está viviendo estos tiempos deshumanizados, la alta violencia, la inseguridad pública, la indiferencia, el desgobierno que se nota día a día, la corrupción galopante o la falta de creencias religiosas en los principales gobernantes de país, que no es otra cosa mas que un reflejo de la ausencia de protagonismo de la iglesia en México. (Web: parmenasradio.org)