Silvino Vergara Nava
“Hemos acabado con la tiranía de
las llamadas políticas de diversidad,
equidad e inclusión en todo el gobierno federal.
Y, de hecho, en el sector privado y en nuestras
fuerzas armadas.
Y nuestro país ya no será “woke”
Donald Trump
En las noticias fuera de Estados Unidos de América que hablan sobre este país, no pasan de los aranceles, cuando se imponen y a que países, en que porcentaje se imponen, por qué se establecen, cuando entran en vigor, cual es el plazo para un nuevo arancel, sobre que tipo de mercancías se imponen, cual es el resultado económico-mundial sobre esas medidas, sin embargo, las políticas públicas de la actual administración federal del país vecino del norte no se circunscriben solamente en la imposición de aranceles.
Hay otras cosas más de que hablar sobre el quehacer diario de su presidente y es propiamente la idea central para muchos ciudadanos norteamericanos, más allá de la imposición de aranceles a otras naciones, y consiste en la oposición abierta al ambiente o la cultura woke.
Desde que tomó posesión el presidente norteamericano en enero de 2025, sostuvo su oposición a la cultura woke, de la que los medios de comunicación, particularmente las noticias de Internet, hacen una redacción de sus buenos propósitos, que significa despertar, y que es la postura de los afro-americanos que han sido maltratados históricamente, y que luchaban sobre el reconocimiento de sus derechos, que inició ese movimiento desde la década de los 30, del siglo pasado, es decir, está a punto de cumplir un centenario ese movimiento, pero que poco a poco se ha ido expandiendo y ha provocado otras consecuencias, que son las que están sobre la mesa de las discusiones actualmente en Estados Unidos de América.
Y es que ese movimiento que inició con la exigencia del respeto a los mínimos derechos de los afro americanos ha tenido un impulso mayor en los últimos años, lo cual ha provocado sobre todo en Estados Unidos, pero que las demás naciones no están excluidas de ello, de serias discusiones, sin embargo, esos impulsos han llegado a ser económicos, de las propias industrias norteamericanas, de empresarios norteamericanos o bien, de aquellos que comulgan con justificar este movimiento para otros fines, que normalmente son económicos, provenientes de lo que hoy se denomina como: “capitalismo financiero”.
Por ello es que, en Estados Unidos, por ejemplo, existe revuelo en la decisión de su Suprema Corte que determinó el 24 de junio de 2022, que la Constitución de aquel país no prevé el derecho al aborto para las mujeres y la libre decisión de disponer de su cuerpo, por lo cual, se encuentra prohibido, lo cual contrasta con la postura de la cultura woke, que al no quedar limitado a la lucha de los derechos de los afro-americanos de los años 30, se ha expandido a otros sectores de la población y que debería ser de la gente indígena, afro y latinoamericana, pobres, mujeres, asiáticos, árabes, judíos, musulmanes, pero particularmente se ha impulsado con lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersex, y demás orientaciones sexuales e identidades de género, en los que particularmente, se ha puesto en las políticas publicas mundiales mucha atención en sus derechos, y que hoy, las posturas y las políticas públicas de Trump están en contra de todos ellos, lo cual se ha convertido en un punto de quiebre en ese país, y ha ocasionado, precisamente lo que se buscaba con auspiciar esta cultura woke, divisionismo entre la propia sociedad, pues ya no se encuentra en la actualidad, en el mundo globalizado, en las naciones con una misma cultura, sino que existe una mezcla de costumbres, formas de comportamiento en una misma ciudad o nación, por lo cual, hace imposible que la propia población pueda tener los mismos sentimientos para con sus semejantes, su comunidad y su país.
Políticas públicas exactamente contrarias a lo que sucedió en el siglo XIX, que al conformarse los estados nación, lo que se buscaba por los gobiernos de esos tiempos, era unificar a la población, mismas costumbres, misma cultura, misma religión, tradiciones, etc. pero eso ya no es así, hoy de lo que se habla es de ese divisionismo que existe entre la misma población, basta con ver lo que pasa en muchos países de Europa que están mezcladas razas, costumbres, religiones y que esto aísla cada día más a la gente de su propia población, una situación bastante compleja.
¿Hacía donde vamos con esta batalla implementada por Trump contra la cultura woke?, ¿de verdad la cultura woke tiene los buenos propósitos de proteger a los oprimidos o es una forma de legitimar el divisionismo entre la misma población?, ¿Qué poder económico o quienes están atrás de esta insistente cultura woke?, son preguntas que quedan al aire, pero que con el paso del tiempo se irán respondiendo, es la parte de la historia que nos está tocando vivir, mas allá de los aranceles, o bien ¿será que la imposición de los aranceles es impedir el financiamiento de la denominada cultura woke? El tiempo dará muchas respuestas. (Web: parmenasradio.org)