Silvino Vergara Nava
“Después de Auschwitz,
no se podrá volver a escribir poesía”
Theodor Adorno
(1903-1969)
¡Que se vayan todos!
Exclamación en Argentina
18 y19 de diciembre de 2001
En este mes de marzo de 2025, resulta que las organizaciones de las madres, viudas, esposas, familiares buscadores de desaparecidos encontraron en un rancho de Jalisco un centro clandestino en donde se exterminaba a la gente, ciudadanos de a pie que eran puestos a prueba para formar parte del crimen organizado y que, a decir de esas investigaciones no oficiales, los que no podían pasar las pruebas eran exterminados.
Una vez que intervino la autoridad competente como debería ser la fiscalía general de la república, resulta que se generó la polémica de que no son campos de exterminio, sino que se trata de un posible centro de reclutamiento del crimen organizado y lejos de iniciar con las investigaciones, se empezó una pugna entre las fiscalías, respecto a las fallas de la fiscalía de Jalisco al tomar las primeras investigaciones.
Estas noticias que estamos viviendo, no es otra cosa más que, la prueba de que muchas instituciones del Estado se encuentran rebasadas, que no es otro fenómeno más de que la descripción de que el propio Estado de derecho, como lo conocemos, está resultando insuficiente para lo que se vive en el día a día, pues resulta que, mejor son las asociaciones civiles, agrupaciones medianamente organizadas, con casi nada de recursos económicos, en resumen, la simple sociedad civil, que llevan a cabo las investigaciones y encuentran este tipo de evidencias, que las instituciones oficiales, especializadas y creadas para ello, que no pueden llevar a cabo esos hallazgos.
Una vez que se encontró este lugar del terror, resulta que se ha propagado que se encuentran otros lugares similares en el resto del territorio nacional, que, desde luego, fueron localizados por otras mujeres y hombres que están buscando a sus familiares desaparecidos, esto es, la misma sociedad civil y no las propias instituciones del Estado, lo cual es una muestra que hoy el ciudadano de a pie está a su surte.
¿Qué está pasando con el Estado?, ¿qué hay del Estado de derecho?, ¿qué sucede con las instituciones del Estado?, lo que estamos viviendo día con día es que, el Estado, cada día se hace más pequeño en sus funciones principales por las cuales se fue conformando a lo largo de la historia, que era principalmente detener la violencia entre los ciudadanos, evitar que nos estuviéramos matando entre nosotros, por ello es que, los castigos, las sanciones, fueron monopolizadas por el Estado, es decir, solamente el Estado podía imponer la fuerza y de esa forma es que se apropio de los castigos, esto es del derecho y en particular, del derecho penal, todo esto para brindar seguridad y libertades a los ciudadanos, sin embargo, vemos como, con el paso del tiempo, se ha entorpecido la función del Estado, cada día es más compleja, tanto para funcionar rutinariamente el Estado y sus instituciones, como en tratar de mejorar las condiciones de sus labores.
Esto que se vio en Jalisco, es el ejemplo más grande y emblemático de que, cada día son más las complicaciones para que pueda funcionar el Estado, que cualquier tramite, procedimiento, solicitud de un ciudadano de a pie, es un verdadero martirio, una serie de pasos y procedimientos que nunca terminan, que se van al infinito y de cualquier nivel de gobierno, y sobre todo, de cualquier partido político, en este fenómeno, los colores no cuentan, cuenta la incapacidad de las instituciones del Estado, desde tapar un bache, autorizar un permiso, hasta resolver estos problemas dramáticos como el de los desaparecidos.
Las instituciones del Estado se han vuelto tan robustas que no se pueden mover, si se pretende que se mejore algo, con los buenos propósitos de los nuevos funcionarios, esta todo tan complejo, amañando y enredado, entre burocracia, sindicatos, ausencia de carrera civil, corrupción, etc., que no se puede salir adelante con alguna mediana mejora.
Entonces, ¿qué le queda al Estado y a sus instituciones?, la respuesta es obra social, como la de un club social, de esos creados nuevamente por la sociedad civil que ayudan a los más necesitados que realizan alguna misión con los grupos más pobres y vulnerables, asociaciones y fundaciones que ayudan con desayunos a los más necesitados, con los asilos y orfanatos, etc. eso es a lo que se ha orillado la organización del Estado, todos los días, ante la incapacidad de los gobernantes de resolver los verdaderos problemas de fondo, a lo que se dedican a hacer, son acciones meramente mediáticas para mantenerse en la palestra y hacer publicad de su existencia para las siguientes elecciones, esto es, poner en relieve que se está haciendo algo, que finalmente son paliativos de los verdaderos problemas que los tienen rebasados, por ello es que, no es nada extraño que, sobre todos estos sucesos de los desaparecidos, de nuevo es por medio de la sociedad civil, la que de la cara para resolver estos problemas de los que el Estado es ineficaz y entretenido en nimiedades, como ahora sucede con las regulaciones a las corridas de toros. (Web: parmenasradio.org)