La izquierda que se volvió derecha

Silvino Vergara Nava

“La desvaloración del mundo humano que

crece en proporción directa

con la valoración de las cosas.”

Carlos Marx

(1818-1883)

Siempre ha sido más difícil que cualquier persona asuma nombrarse: “de izquierda” que “de derecha”, o bien, calificar cuales son las políticas públicas de verdadera “izquierda”, ya que acaban siendo de mayor inclinación de derecha que la propia derecha.

Hay que recordar que las políticas de izquierda, su tendencia es proteger derechos de igualdad, como es el caso de los ahora denominados derechos sociales, por el contrario, las políticas de derecha son las que van encaminadas a posturas de protección de derechos de libertad, particularmente, de libertad económica y derechos de propiedad.

El primer problema es que muchos de los que hoy asumen que son de izquierda, ni siquiera conocen esa distinción básica, basta con observar como quienes asumen que son de izquierda, dan preferencia a los derechos y canonjías a las grandes empresas, a los grandes monopolios, piden encarecidamente que esas empresas lleguen a los países sub-desarrollados a explotar los recursos naturales, a la población, y echar a perder el medio ambiente.

Pero, de las empresas nacionales, de las pequeñas empresas y medianas que son propiedad de los propios nacionales, ni se acuerdan de ellas, es más hacen todo lo posible porque se vayan deteriorando y desapareciendo, con políticas represivas de vigilancia extrema, exigiendo licencias, autorizaciones imposibles de cumplir para ese tipo de empresas, y para rematarlas, imponer reglas impositivas, como si se tratara de empresas transnacionales que esas si, cuentan con la capacidad suficiente para implementar el cumplimiento de toda esa complejidad tributaria.

El otro problema que flota en quienes asumen que son de izquierda, pero que en realidad no saben distinguir entre izquierdas y derechas, por no leer, por no estudiar, por considerar que por simple intuición salen las cosas, es que confunden la concepción adecuada de izquierda, pues se siguen con la finta o con su propia ignorancia de no distinguir entre igualdad simple o igualitarismo, e igualdad jurídica que es a la que se apela en esas políticas de izquierda.

La igualdad jurídica significa en pocas palabras, dar a cada quien lo que le corresponde, lo que es la justicia denominada como “distributiva”, en cambio, la igualdad simple, consiste en tratar a todos por igual, desde luego, sin distinción alguna, todos con las mismas reglas y beneficios.

En la actualidad, en los gobiernos neo-liberales que nos gobiernan en el mundo occidental, un ejemplo claro de la ignorancia de aquellos que se asumen de izquierda, sin leer, sin estudiar y menos sin comprender entre políticas públicas de izquierda y derecha, es el caso de la denominada: “renta básica” o “ingreso mínimo”, implementado en los últimos tiempos en el mundo occidental, particularmente, después de la segunda guerra mundial, o bien, como le denominamos aquí en México: “las pensiones” que se han implementado en los últimos gobiernos federales, y que incluso se ha reformado la Constitución para su adaptación.

Al terminar la segunda guerra mundial, se empezaron a implementar estos conceptos debido a que ante una población desbastada, ante las familias desbaratadas, sin casas, empleos, empresas, escuelas, es evidente que, era necesario implementar esas rentas básicas por los gobiernos, pues de lo contrario lo que se avecinaba después de la guerra entre países, que fue la segunda guerra mundial, era una guerra civil, es decir, de todos contra todos dentro de la propia población, una guerra de simple subsistencia.

Pero, estas posturas de pensiones sin distinción alguna, y ya más acabadas teóricamente se encuentran en las teorías de los intelectuales de derecha, es más de los que implementaron lo que hoy se denomina como “neoliberalismo”, es el caso de Friederich August von Hayek, (1899-1992) que desarrolló el concepto de: “Renta básica”, un pago realizado por el Estado para toda la población, sin distinción alguna, sea necesaria para estos o no, sea suficiente o no.

Por su parte, el padre del neoliberalismo Milton Friedman (1912-2006) lo denominó como: “Ingreso mínimo garantizado”, con las mismas condiciones, por tanto, estas pensiones que se aplican en muchas partes del mundo y que México no es la excepción, son posturas evidentemente neo-liberales, que se establecen para que exista no un mínimo de subsistencia para las personas, eso es lo de menos, sino para que exista un mínimo de consumo, es decir, con estas pensiones se crean, por obligación a los Estados desde esta postura neoliberal, a los consumidores artificiales.

Y son consumidores artificiales, porque su propósito es que, consuman a las grandes cadenas, supermercados, tiendas departamentales, cada quien, según sus capacidades de precios, pero lo importante es que, se vuelven consumidores y con eso están satisfechos, es más su preocupación mayor, es pensar la fecha que les quiten esas pensiones que se dan por el Estado, sin distinción alguna.

Ese concepto de Renta básica, cita Philippe van Parijs (1951) trae varias consecuencias beneficias para las empresas trasnacionales, las grandes empresas, los monopolios, es decir, las políticas públicas de derecha, como describe el autor: 1.- “El Ingreso mínimo universal”, hace que cada persona pobre dependa del Estado, 2.- Quien recibe esas pensiones está privado de cualquier servicio social, ya que se deben de ir disminuyendo, (basta observar la calidad actual de los servicios de salud, de educación pública y el crecimiento de clínicas privadas y farmacias de cadena) por ende, sostiene el tratadista que, debe recurrir ese ciudadano de a pie, al mercado de la educación, salud, pensiones, en resumen, insiste el autor belga: “Los pobres pierden, solo gana el Estado y el mercado”.

Con este simple ejemplo de las pensiones, es muy sencillo prever que las izquierdas son más compleja su comprensión y entendimiento, se pueden confundir esas políticas por simple ignorancia, por eso es que comúnmente, las izquierdas se convierten en políticas públicas de derecha, lo peor de todo es que, muchas de las ocasiones la población no lo percibe, porque nos tienen entretenidos en otras cosas simplemente mundanas y así, desafortunadamente: la izquierda se volvió derecha”. (Web: parmenasradio.org)

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