1º de junio de 2025, una elección cómo en 1867

Silvino Vergara Nava

“La indiferencia es el peso muerto de la historia.

Es el pantano que rodea a la vieja ciudad

y la defiende mejor que la muralla más sólida,

 mejor que las corazas de sus guerreros.”

Antonio Gramsci

Era 22 de septiembre de 1867, día de elecciones para la presidencia de la República en México, en donde aparecen dos liberales, Porfirio Díaz, como opositor a Benito Juárez García, que pretendía la reelección presidencial, en esos tiempos, de ocho millones y medio de habitantes en la nación mexicana, según los datos existentes, votaron únicamente 16,640 habitantes, de los cuales 7,422, a favor de Juárez, contra 2,709 que votaron por Porfirio Díaz, con ese resultado, se dio el triunfo a Benito Juárez para que tomara el cargo en esa reelección el día 25 de diciembre de 1867.

Hay que recordar que en esos tiempos, solamente votaban; los hombres, mayores de 21 años, que supieran leer y escribir, dicho sea de paso, según los índices de analfabetismo de esos tiempos en México era del 70%, además, que contaran con solvencia económica, por ello dice la leyenda que en esa votaciones el embajador de Estados Unidos de América en México estuvo acudiendo a las diversas casillas ubicadas en la ciudad de México, para constatar la participación de los ciudadanos, aduciendo que los lugares de votación lucían desolados, es decir, no se aparecía nadie a votar.

En ese tiempo había muchos factores para no acudir a votar, en primer lugar, nuestra idiosincrasia de la indiferencia, más que comprobada de siglos de esa indiferencia de que a pesar de que, nos pase lo que nos pase, allí estamos solamente soportando, ya lo ha escrito el historiador Fernando Benítez en el libro sobre la vida de José María Morelos y Pavón, al hacer mención del comportamiento de los indios sobre el trato que les daban los peninsulares y que no se inmutaban ante ese trato deshumanizado en que constantemente vivían.

Otro factor de la ausencia de electores en esos años del siglo XVIII, son los pocos privilegiados para acudir a votar, la gran masa de la población, ni se enteraba de estos sucesos, hay que recordar que aun en esos tiempos la mayoría de la población era rural, por lo cual no tenía conocimiento de lo que sucedía en las capitales, en la política, sino hasta que transcurrían días, semanas e incluso meses.

Además, el gobierno y las funciones del Estado ante los gobernados eran muy diversas a como hoy las encontramos, pues el Estado no tenía tantas facultades, instituciones para estar vigilando constantemente al gobernado, aun se respiraba cierta libertad de la población ante su gobiernos, mas que nada se vivía un alejamiento entre el quehacer de los gobiernos con los ciudadanos.

Hoy las cosas son muy distintas, las instituciones del Estado están encima del ciudadano, ante la justificación de que se nos provee de derechos sociales, de la protección de nuestros derechos de libertad, del combate a la inseguridad pública, prácticamente las instituciones gubernamentales conocen hasta el aliento de cualquier ciudadano y está sobre de él, con permisos, regulaciones, licencias, autorizaciones, pago de contribuciones, derechos, cuotas, incluso, hasta para estacionar su coche en la cera de su casa, por ello era aun mayor la indiferencia en las elecciones del siglo XIX.

Ahora, en estas elecciones del 1 de junio de 2025, a decir de los expertos y más que nada del sentido común, se hace mención que existe la posibilidad de que muy pocos acudirán a votar por los jueces, magistrados y ministros, que la participación será tan baja, como en los tiempos del siglo XIX, y aquí será igual que hace casi doscientos años, por la indiferencia de la población.

Pero, también, igual que en el año de 1867, al ciudadano de a pie no le interesa quien es el juez, magistrado o ministro, es más, no conoce cual es el cargo de cada uno de ellos, para que sirve, cual es su función, que asuntos son los que resuelven, etc., y es que, si bien el índice de analfabetismo actualmente en México es de 8.6 %, el problema es que el índice de comprensión de la lectura es de los más bajos de los países de América latina, ya ni pensar compararnos con los países de Europa, pues bien, posiblemente lo que haga falta actualmente es, considerar una estadística sobre el índice de la indeferencia de los pueblos, de lo cual en México, si que obtendremos calificaciones muy altas de indiferencia, partiendo desde permitir este sistema de elección judicial. (Web: parmenasradio.org)

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