“Pleonexia en la Justicia Actual”

Dr. Silvino Vergara Nava

La tiranía es una costumbre, tiene su propia vida
Orgánica y se convierte finalmente en enfermedad …
La sangre y el poder embriagan … el hombre y el
ciudadano perecen definitivamente con el tirano; el retorno
a la dignidad humana, al arrepentimiento, a la
regeneración, llega a ser casi imposible.

Fedor Dostoievski

El profesor O. Hoffe, insiste en esta época del derecho globalizado de un mal antiguo de la humanidad que ataca al propio derecho práctico, es decir, el de los tribunales y juzgados, el de la administración publica, el que se aplica día a día en la vía publica y en los despachos de abogados, el concepto griego: “Pleonexia”, al citar que, se trata de aquella característica que se presenta en el ser humano cuando logra contar con un cargo público o ciertas atribuciones, -por muy sencillo y limitado que sea- que repercute en la ambición de contar siempre con más poder y por ende, no tiene límite en esas aspiraciones de contar permanentemente con mayor fuerza. (HOFFE, Otfired, “Derecho Intercultural” Gedisa Editores, España. 2008) En México, ha sido un propósito puntual por parte del Consejo de la Judicatura Federal combatir con este problema que se presenta en los tribunales y juzgados, que desde cualquier instancia, sin importar el grado de los mismos los justiciables se encuentran con el problema de toparse con funcionarios que demuestran esta problemática detectada desde la Grecia anterior a ésta era cristiana.
El temor de acercarse a un juzgador, o bien, a un simple funcionario de la administración pública, por parte de un simple ciudadano, que con el poder con que cuentan y la amplia discrecionalidad con la que gozan, permite que un simple gobernado normalmente esté atemorizados en el momento de presentarse con personas tan de carne y hueso como los propios gobernados, sin embargo, ¿Cómo combatir este mal endémico de las autoridades? En primer lugar, impulsando la idea que son tan seres humanos como cualquier sujeto: “Un juzgador es un servidor público, pero también es un ser humano, por lo que para dirigirte a él o ella no debes tenerle temor, sino respeto.” (TELLEZ, Espinoza, José Eduardo “Entre tocas y expedientes” Popocatepetl, Puebla, 2013) Otro elemento que debe de considerarse es que, en tanto no exista la efectiva carrera civil en donde aquel individuo que ingresa en estas instituciones con el cargo de menor jerarquía, y que debido a sus estudios, evaluaciones permanentes, su labor diaria, le permite ir ascendiendo paulatinamente, no se podrá lograr ese cometido de lidiar con este autoritarismo desarrollado, ya que al ser impuesto un determinado funcionario, por razones políticas u otras más, sin tener conocimiento del cargo que desempeña desde luego que, sucede lo mismo que aquel profesor que es titular de una clase en una universidad que no tiene conocimiento de la materia, pero si mucha necesidad, por ello es que, la forma de mantenerse en la misma, es demostrando más que autoridad; arbitrariedad. Así, es muy común que en las aulas el profesor que menos sabe de su materia, es el más exigente. Lo mismo sucede con los cargos públicos en las instancias jurisdiccionales, por ello es que, desde el siglo XIX, en Francia se sostenía: “Cuánto trabajo se ahorraría, que soluciones funestas se evitarían, si se fuese menos dependientes de la jurisprudencia y se ejerciera un poco más la doctrina… como más fuerte sea la doctrina en un país, menos se invocaría la jurisprudencia.” (CHASSAT, M. Tratado de Interpretación de las leyes.1845. Suprema Corte de Justicia de la Nación. México: 2007) sin embargo, surge la pregunta: ¿Como se ejercerá más la doctrina, si es que se trata de una simple imposición de una persona en un determinado cargo, sin conocimiento alguno de la materia o bien, de los casos que tiene que resolver? Efectivamente, la mejor barrera que se implementa entre el juzgador y el justiciable es la prepotencia, pareciera que hay una división irreconciliable entre juzgador y justiciable, que llego al extremo de los cánticos y bandera de jóvenes españoles indignados –Puerta del Sol, mayo de 2011- “Si ustedes no nos dejan soñar, nosotros no los dejamos dormir”, pues bien de esta Pleonexia jurisdiccional se desprenden otros males, el formalismo jurídico excesivo, y después la cada día más preocupante y vergonzosa corrupción, todo lo cual lleva a graves colapsos de la humanidad, cita el ministro de la Corte de Israel, Aharon Barak: “No se si los jueces del tribunal constitucional de Alemania pudieron haber evitado que Hitler llegara al poder… una lección del holocausto y la Segunda Guerra Mundial… asegurar que se apliquen por los jueces del tribunal constitucional cuya principal tarea es proteger la democracia” (BARAK, Aharon “La perspectiva de los jueces sobre el Tribunal Constitucional en la Democracia” en Tribunales Constitucionales, Suprema Corte de Justicia de la Nación, México 2011) Todo un reto para la actual administración de justicia, sin embargo, como se dijo ya desde hace muchos años: ¿Quien custodia a los custodios?

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