¿Estamos cerca de un nuevo “salinazo”?

Silvino Vergara Nava

“Si recorremos todo nuestro sistema político, desde la

gestión administrativa hasta el nivel de los representantes

en la cúspide, constatamos una mayor incertidumbre

en cuanto a las decisiones que se deben adoptar”.

Daniel Innerarity

En la década de los noventa, en pleno año de 1993, se estaba hablando todo el tiempo de los éxitos del gobierno de Carlos Salinas de Gortari en la presidencia de la república, a quien se le atribuyo frenar el incrementó permanente de la inflación y los desastres económicos que conllevan esa problemática.

Asimismo, en esos tiempos, se pudo firmar el tratado de libre comercio con Estados Unidos de América y Canadá, además de que, se negoció la deuda externa, lo que permitió que se disminuyeran los intereses de la misma, modificó el peso mexicano para reducir los dígitos de la moneda, modernizó muchas de las vías terrestres del país, la autopista a Acapulco y la de Oaxaca son emblemáticas de esos tiempos.

Casualmente, México empezaba a escucharse en el mundo, con el premio Novel de literatura para Octavio Paz, e incluso, la miss universo era mexicana, hasta la creación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en fin, México vivía en la “jauja”, en la felicidad completa, por fin, estábamos: “A pocos metros” de los países del primer mundo.

Pero, toda esa felicidad se desmoronó. Resulta que, el año de 1994 fue desastroso para ese futuro tan promisorio. En primer término, entró en vigor el referido tratado que cambio la vida económica y jurídica del país, para reventar la economía y la industria mexicana, pues se tomó por sorpresa a los empresarios e industriales.

Adicionalmente, el primero de enero de 1994, se presentó una sublevación indígena; la del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas, meses más adelante matan al candidato a la presidencia del partido oficial, toma la presidencia el candidato oficial sustituto, quien, finalmente, sufrió el famoso: “Error de diciembre” que dejó en la ruina a miles de mexicanos. Así, el gozo se fue al pozo, el que se decía mejor sexenio de mucho tiempo en México, se convirtió en un verdadero fracaso y que todo lo vivido en ese sexenio se convivió en mera ilusión óptica y que hoy, se recuerde a aquel presidente, como el peor que se ha tenido en México en los últimos tiempos, al grado de que, tuvo que huir del país, vivió en Irlanda muchos años y su hermano fue preso por casos de corrupción.

Si observamos los medios de comunicación, las noticias que nos transmiten de la actualidad país, pareciera que estamos regresando a esos mismos momentos, a decir de los medios de comunicación y de las supuestas encuestas, la aceptación del titular de la administración pública federal está en las nubes. Por su parte, el partido oficial que él comanda, gana casi todas las elecciones, a pesar de los personajes que compiten y de su poca capacidad para gobernar. Pareciera, que, al igual que en los tiempos de aquel sexenio de 1988 a 1994, los norteamericanos están satisfechos con el gobierno mexicano actual, firmamos sin objeción alguna y casi presurosos el nuevo tratado de libre comercio en 2020, que es y será una lápida para el sector laboral del país.

Además, hacemos el favor a los vecinos del norte de contener la migración de Centroamérica y del caribe en los municipios del norte del país, que se han convertido en ciudades-albergues de estos migrantes. Casa, vestido y sustento para estos a costa del gobierno mexicano. Por su parte, cuando están presionados los norteamericanos con el combate a la droga presurosamente, las agencias policiales y de inteligencia mexicanas capturan a dos o tres aparentes líderes de grupos de narcotraficantes, por si fuera poco, se presume que se mantiene el dólar al precio con que se encuentra, como si no se supiera que el peso colombiano está en las mismas condiciones y ambos países sin mérito alguno para lograrlo, ya que el mérito y conveniencia es de los norteamericanos.

Pero, estamos en el quinto año de gobierno, se acerca cada día más el 2024, lo que se percibe económicamente no es nada halagador, el aumento descomunal al salario mínimo es un tema preocupante para la mediana y pequeña empresa porque estas son las que requieren de un mayor número de personal, ante su incapacidad de sustituirlo por máquinas, el país se ha endeudado en exceso, la corrupción no tiene límite, en fin, vale la pena hacerse la pregunta: ¿Estamos cerca de un nuevo “salinazo”? (Web: parmenasradio.org)

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