¿Quién defiende a las Pymes?

-Sobre la ampliación de los días de vacaciones laborales-

Silvino Vergara Nava

“¿Qué debe dominar en la sociedad?

¿La economía, por ejemplo?

¿Los mercados financieros,

que empujan a los gobiernos altamente

endeudados hacia donde ellos desean?”.

Hans Kung

Uno de los sectores más afectados en los últimos tiempos, particularmente después del COVID y, menos representados ante las instancias gubernamentales, en las decisiones políticas, corresponde a las pequeñas y medianas empresas. Cada día viven más vulnerables y son quizá, las que menos capacidad tienen de defensa ante la vorágine de leyes, reformas legales, disposiciones que se implementan actualmente en México. Las dos últimas muestras son: El aumento del salario mínimo al 20% y la reforma laboral que, permite la ampliación de los días de vacaciones para los trabajadores.

Estas dos modificaciones para las grandes empresas, incluso, se podría decir para algunas de las medianas empresas, puede aun ser contenida por ellas, es más, para estas pudiera servir como justificación para aumentar sus inversiones y su estructura hacia una mayor automatización de sus procesos, pues sustituyendo a los trabajadores “de carne y hueso” por maquinas, -que por cierto era el gran temor en los tiempos de la revolución industrial (siglo XVIII)- se evita la rotación de personal, un fenómeno tan común actualmente, de igual forma, se evita la interrupción de los trabajos, con enfermedades, permisos, concesiones laborales, etc., es un hecho notorio, que muchas de las grandes industrias en los tiempos más agudos del COVID, fue la mejor ocasión para sustituir a mujeres y hombres por las maquinas. En fin, para los monopolios, las grandes empresas, la industrial mundial no hay mejor justificación que lo que estamos observando en México con estas reformas, que desde luego no es una creación del partido oficial.

En realidad, estas medidas provienen desde afuera, propiamente de los socios del tratado de libre comercio con los países del norte, y sus grandes sindicatos de trabajadores que siempre han presionado, pero con el nuevo tratado aún más, pues ven a México con desconfianza considerando que la ventaja competitiva para la industria es la regulación salarial en nuestro país, que provoca que las plantas productivas que requieren de mano de obra tengan que colocarse en México por los bajos costos de los salarios, por lo cual estas modificaciones, son simbólicas, para mostrar que en México se está haciendo la tarea de evitar esa tentación de la industria norteamericana de instalarse en este país.

Pero, esto está muy alejado de las PYMES, se encuentran a su suerte, el aumento del 20% del salario mínimo es mortal. No hay empresa pequeña o mini-empresa que con sus 10 o 20 empleados pueda soportar esos momentos de un domingo a un lunes, sobre todo porque no es el aumento solamente del salario, sino lo que conlleva, como es el aumento de impuestos a los salarios y el pago de las aportaciones de seguridad social al IMSS e INFONAVIT, ya con ello, esta medida provocara, o bien, el cierre de estas empresas por el año de 2023, o en su caso, que disminuyan los trabajadores afiliados al IMSS, y con ello, la perdida de sus derechos de seguridad social, un mayor desempleo, nuevamente un aumento a la economía informal, y con esto una disminución de la recaudación impositiva para el Estado, pero que esto último para este gobierno es lo que menos le interesa, porque para ello están los préstamos, prueba de ello son las regulaciones en la ley de ingresos para 2023.

Y, si con esto pareciera suficiente para matar a las PYMES, aún faltaba el aumento de las vacaciones con la reforma a la ley federal del trabajo, pues si bien, en el caso de las grandes empresas, la mayoría de sus procesos están automatizados, además, contratan no trabajadores, sino otras empresas de subcontratación especializada –mejor conocidas como: outsourcing- que les provee de personal, para nunca perder un turno, con ello salen del atolladero, sobre todo, se insiste, es la mejor justificación para irse deshaciendo de trabajadores, lo que nunca tuvieron la capacidad de entender y razonar los legisladores de este país, que siempre les ha sobrado soberbia e irresponsabilidad.

Esta reacción no sucede con las PYMES, estas dependen de la mano de obra, sus procesos no están industrializados, ni mecanizados, dependen de la posición de cada uno de sus trabajadores, por ende, son una especia de equipo de fútbol, si falta uno de sus jugadores, entonces, se topan con una serie de problemas operativos, pierden eficacia, capacidad competitiva, por ende, no se pueden dar el lujo de permitir periodos de amplias vacaciones a sus trabajadores, o se verán con el problema de ser paulatinamente menos competitivos, más obesos y lentos para atender a sus clientes y con ello se van minando, hasta llegar a ser absorbidos por las grandes compañas, las grandes empresas que están a la expectativa de devorar todo lo que se encuentran en el mercado. Simplemente, véase lo que sucedió con las pequeñas farmacias, papelerías, tlapalerías, negocios de materiales para la construcción y las “tienditas de la esquina”, estas han cerrado para siempre.

Por ello es que, determinantemente, a las pequeñas y medianas empresas, nadie las defiende, menos los legisladores y la administración pública quienes viven de sus impuestos, por el contrario, se han encontrado siempre tirados a la deriva, sin representación alguna en las instancias gubernamentales. Incluso, aun con el partido político oficial, que no alcanza a entender que, se debe de defender siempre al más débil, si es que se tratará de un partido de izquierda. Y, en la relación actual en la economía de mercado entre monopolios y PYMES, estas últimas, no han sido defendidas en esta administración en ninguna de las medidas que se han implementado desde el Palacio Nacional. (Web: parmenasradio.org)

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