Silvino Vergara Nava

“… el régimen se dedicó a desmantelar

 nuestra democracia: violó la Constitución,

falsificó nuestra historia, corrompió a

las Fuerzas Armadas, purgó a los jueces

independientes, censuró a la prensa,

manipuló las elecciones, persiguió la

disidencia y devastó nuestra biodiversidad.

La riqueza petrolera no se usó para liberar,

sino para someter.

Se repartieron lavadoras y neveras

en televisión nacional a familias que

 vivían sobre pisos de tierra, no como

símbolo de progreso, sino como espectáculo.

Y entonces llegó la ruina: una

corrupción obscena, un saqueo histórico.

Discurso de recepción del

Premio Nóbel de la Paz 2025

En la segunda semana de diciembre de 2025, se vivieron noticias desde Sudamérica y el norte de Europa, que pareciera que corresponden a los años setenta u ochenta del siglo XX, en que gobernaban los regímenes militares sudamericanos, que auspiciados por el gobierno de Estados Unidos de América, bajo el denominado: “Plan Cóndor”, mantenían un control total sobre la población, sin opción a reclamos, ni exigencias, por lo que las desapariciones, las penas de muerte paralelas, los grupos de seguridad y de militares de elite buscando a los adversarios políticos, que dicho sea de paso, eran capacitados en la llamada: “Escuela de las Américas” ubicada en Panamá, era la practica común en esos tiempos, al grado que se llevó a cabo un “politicidio”, es decir la muerte de una generalidad de personas por razones meramente políticas, en esos tiempos gobernaban las derechas en aquellos rumbos de América.

Pero, desafortunadamente las noticias de diciembre de 2025, no corresponden a recordar esa historia amarga, sino que se trato de los hechos que se presentaron alrededor de la entrega del premio Nóbel de la Paz de 2025, pues la galardonada no llegó a tiempo a la cita de la ceremonia de entrega del premio, por la imposibilidad de salir de su país libremente, por lo que, acudió en su representación su hija, quien leyó el discurso que tenía preparado la galardonada, en tanto ella estaba saliendo de su país en condiciones precarias y con el riesgo de perder la vida o ser sometida a un arresto, sancionada desde hace años para no poder participar en procesos electorales, perseguida por el sistema, así como una gran cantidad de sus conacionales, que muchos de ellos han optado por salir de aquel país sudamericano, que alguna vez fue el de mayor capacidad económica y progreso de la región, y que ahora su población ha salido como puede, es más, quien diría que los venezolanos pretenden ahora cobijarse en las tierras de Colombia y Perú, cuando antes la situación era inversa.

Todos esos sucesos que se están presentando en ese país sudamericano que ha expulsado a más de nueve millones de nacionales a cualquier tierra que no sea su territorio, la persecución permanente de los disidentes y opositores al régimen, comandado este desde hace 15 años, por quien fuera el chofer del presidente que le antecedió, y que, el año pasado tuvo a bien, dentro de sus políticas públicas adelantar la navidad para octubre, país en que recientemente un ex gobernador opositor al sistema de una región de aquella nación, murió sorpresivamente de un “paro cardiaco” en una cárcel, todo esto no es otra cosa que la muestra de la represión total, como es el caso de Nicaragua, ya ni hablar de Cuba, que hasta las agencias de viajes, últimamente no recomiendan a los turistas mexicanos acudir a aquel país, por lo insalubre en que se encuentran habitando.

Todas estas naciones son gobernadas por opositores a la derecha, que no se les puede llamar de izquierda, porque eso que hacen a su población no es de la doctrina de izquierda, y que para asumir posiciones de izquierda hay que estar más leído y cultivado de lo cual carecen enormemente estos opositores de la derecha.

Pero que, para llegar al poder estos grupos de oposición a la derecha, lo que pregonaban era mayor democracia, mayor participación de la ciudadanía en las decisiones, acabar con la censura, dejar de perseguir a sacerdotes y a la prensa, oponerse a la tecnocracia que gobernó bajo los auspicios de los denominados Chicago boys, sin embargo, resulta que con el paso del tiempo, una vez que llegaron al poder, están haciendo lo mismo que sus opositores, exactamente lo mismo; acabar con la democracia, e instalar sistemas represivos a su población, paradójicamente por lo que se quejaban, es lo mismo que hacen ahora, apoderarse del poder, corromperse hasta más no poder, y en tanto, penosamente en México, desafortunadamente desde nuestras instituciones gubernamentales ante esta realidad tan cruda sobre todos esos sucesos, nos quedamos: sin comentarios.

(Web: parmenasradio.org)

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