“Sistema Tributario Inverso”

Dr. Silvino Vergara Nava

“El poder que importa…
crece en volumen y ya es global;
sin embargo, la política sigue
siendo tan local como antes.”

Zygmunt Bauman

En la actualidad mundial contamos con muchos esquemas que se encuentran en proceso de modificación, es decir una serie de regulaciones que se conoce que no son las correctas y que, evidentemente resultan temporales, pues es necesaria su pronta modificación, dentro de lo cual podemos ubicar los sistemas tributarios de los Estados – Nación que, en sus regulaciones, lo que se grava no es la utilidad o la renta de las grandes corporaciones, esto es las empresas transnacionales, sino que descansa el sistema tributario en la recaudación que se dirige a aquellos que no se pueden sacudirse, a los que se encuentran estáticos, debido a la falta de capacidad de moverse de un Estado a otro, y ese es el caso de las empresas locales y, sobre todo, de las personas físicas, iniciando con los trabajadores, por ello es que se encuentran las mayores tasas impositivas en los ingresos de estos contribuyentes y en el consumo que estos realizan, -como es el caso del Impuesto al Valor Agregado o bien, del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios en el consumo de alimentos “no básicos” y bebidas refrescantes- desde luego que, la gran movilidad de estas empresas mundiales permite que se ubiquen en donde mejor les convenga basados en tres razones jurídicas primordiales: a) Estados en donde haya mayor flexibilidad en materia laboral, b) Estados en donde haya menor resistencia en controles para el medio ambiente, finalmente, c) Estados en donde haya mayor disposición de los sistemas tributarios para estas grandes corporaciones, por ende, los Estados ante esta disyuntiva están en una competencia permanente de quien ofrece mayores facilidades sobre estos tres rubros, y resulta que respecto del último, contamos con un sistema tributario propiamente “inverso”, en donde se recauda a los que menos tienen, se grava el consumo, se aumentan los impuestos de esa naturaleza, y se aumentan los impuestos a los asalariados, por ello es que, surge la pregunta: ¿Quién gobierna actualmente en el mundo? desde luego que, los Estados ya no gobiernan, ante esta competencia que tienen con los otros Estados lo menos que preocupa es gobernar, previamente esta el subsistir como una institución, cita al respecto al sociólogo polaco Z. Bauman: “El poder más relevante de nuestro tiempo se haya fuera del alcance de las instituciones políticas existentes… los órganos políticos…, legados por los tiempos anteriores a la globalización, son ostensiblemente inadecuados para abordar las nuevas realidades de la interdependencia planetaria.” (BAUMAN, Zygmunt, “44 cartas desde el mundo líquido”, Pidos, España 2013)
Desde esta problemática, nos encontramos con el dilema de: ¿Como hacer reversible esta serie de medidas?, es decir, como se logra modificar un sistema tributario como en el caso mexicano que evidentemente no funciona, que no se puede cobrar más por el consumo, que esto ocasiona grandes problemas de pobreza, y en el caso de los altos impuestos a los asalariados, implica la disminución de la oferta de empleo, pero sobre todo el incremento desmedido del empleo subterráneo, es decir el informal, y con ello la pérdida de derechos sociales y en el mismo orden, de recaudación para la nación. Resulta necesario limitar al poder económico que esta implementando este sistema tributario inverso, pues el poder de los Estados nación esta formalmente limitado, -en algunos países más que en otros- por medio de sus propias constituciones, aquí en México por la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, por ello es que resulta muy delicado que se hagan interpretaciones muy amplias por los tribunales de la Constitución en beneficio de mayores poderes y atribuciones del Estado, lo cual evidencia autoritarismo. Sin embargo, el problema es limitar a ese poder transnacional, en palabras de Pilar Calveiro: “Se trata de una red financiera-militar-tecnológica- comunicacional en sus nudos centrales, con muchos focos o centros de poder diferenciados… pero siempre interconectados” (CALVEIRO, Pilar, “Violencias de Estado” Siglo XXI, Buenos Aires, 2012), para ello, se han dado los indicios de la solución por uno de los juristas mas importantes de la actualidad Luigi Ferrjoli, que denomina a ese poder económico mundial como “poderes salvajes” (FERRAJOLI, Luigi, “Principia Iuris” tomo II, Trotta, Madrid, 2011), pues no cuentan con una limitación en sus acciones, por lo cual es necesario de un denominado: “Constitucionalismo privado”, es decir, una serie de regulaciones y reglas que impidan el ejercicio de esas amplias atribuciones con que cuentan estos salvajes que han rebasado por mucho al poder de los Estados, y por ello es que hoy observamos que el primer pestañazo de la autoridad fiscal los hace mudarse a un Estado aun más necesitado de ellos, este es así, el sustento del “sistema tributario inverso”

Compartir

Facebook
WhatsApp
Twitter
LinkedIn
Email