¿10 años de más corrupción?

-La reforma Constitucional del 27 de mayo de 2015-

Silvino Vergara Nava

‘Estoy firmemente comprometido con

el combate frontal a la corrupción

y con el fortalecimiento de la legalidad,

 la transparencia y la rendición de cuentas.’

Enrique Peña Nieto (2012-2018)

“Mi gobierno no será recordado por corrupto,

nuestro principal legado será purificar la

vida política de México y estamos avanzando.”

Andrés Manuel López Obrador (2018-2024)

Este mes de septiembre de 2025, se cumplen diez años de la reforma constitucional para combatir la corrupción, reforma que se llevó a cabo en los tiempos de la administración pública federal del presidente Peña Nieto, y que, sus antecedentes fueron los actos de corrupción desde la presidenta con el caso de: “La casa blanca” de Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México, en donde estuvo inmiscuida también la primera dama de ese tiempo, caso que de haberse presentado en otro país, incluso con todo respeto, un país latinoamericano, hubiera terminado en la destitución del presidente, enjuiciamiento y cárcel, pero aquí en México, todo termina en reformas constitucionales, y dicho sea de paso, en la actualidad aun con más reformas.

Esa reforma constitucional publicada en el diario oficial de la federación el 27 de mayo de 2015, provocó que a su vez, se reformara todo el sistema nacional anti-corrupción, se creó el tribunal federal de justicia administrativa, se obligó a las entidades federativas a que instituyeran un tribunal de esas características, que para variar Puebla fue de los últimos Estados en cumplir con ello, se derogaron las leyes de responsabilidad de los servidores públicos, se establecieron mayores causales de responsabilidad a estos servidores públicos y a las empresas que se contratan, además, se establecieron procedimientos novedosos para sancionar a los servidores públicos, se obligó a legislar respecto a la responsabilidad patrimonial del Estado, es decir, se llevó a cabo un cambio jurídico estructural muy amplio, para que al final quedara todo igual, pero lo más triste es que, con el paso del tiempo quedo peor.

Una vez que terminó el sexenio de esa reforma constitucional, resulta que sus resultados fueron pésimos, al grado de que muchos de los votantes para las elecciones de la administración pública federal entrante de ese tiempo de 2018, votó por el grado tan alto de corrupción que se vivía en México a favor del cambio, por ello es que, se veía ese cambio, o mejor dicho esa “transformación”, como un tanque de oxigeno, que desafortunadamente no llegó, pues en México cuando pareciera que ya estamos en la peor situación, aun tenemos la capacidad para estar peor, y así fue con la administración pública federal pasada, la corrupción no creció, sino que aun más, se expandió a situaciones ya inimaginables y, hoy estamos en esa realidad.

Pareciera que no hay forma de combatir la corrupción al contrario, cada día se propaga más, basta citar un ejemplo, con el sistema económico mundial con que contamos, abre las puertas a la corrupción, ya que en lugar de que las cosas sean al revés, este sistema que se ha implementado a nivel mundial, en donde los que mandan son los grandes monopolios, entonces, la corrupción se multiplica, ya que como esas grandes empresas dominan y controlan el mercado, los precios de los productos, las materias primas, los salarios de los trabajadores, etc. por tanto, el empresario nacional, mediando, pequeño e incluso, el de a pie, no tiene otra escapatoria para pretender competir con esas grandes empresas que cerrar, por lo cual, muchos de esos empresarios nacionales terminan sus empresas quebrando, desapareciendo, otros más, en el campo de la corrupción, convirtiéndose en lideres de los partidos políticos, como servidores públicos, o bien, como contratistas esperando una oportunidad de contratarse con el gobierno en obras o suministros que normalmente cuentan con una gran dosis de corrupción, por ende, el problema es el sistema económico mundial que nos gobierna.

Pero, ¿qué sucede con este sistema económico mundial y sus grandes monopolios?, estos viven de la corrupción, por eso es que, para combatir la corrupción, no es nada más reformando leyes para poner más controles, que nadie vigila, ni controla, o bien, en donde todos se venden, y es que, nadie puede competir con esas grandes corporaciones mundiales y económicas, por ello es que, el problema de la desigualdad, no son los pobres, sino los ricos, el problema de esas desigualdades, no es la pregunta de: ¿Qué hacemos con los pobres?, sino ¿Qué hacemos con los ricos?.

Y es que, los grandes capitales, qué como les sobra dinero, y no saben ya que hacer con él, entonces, lo invierten en dos grandes rubros; el primero es en competir en otras cadenas o áreas comerciales, en otros productos o servicios, lo cual hace que crezcan más, se expandan más, y dominen más mercados, por el exceso de dinero con que cuentan, y el otro rubro, en que invierten porque les sobra el dinero, es en corromper gobiernos, partidos políticos y a los políticos, para que impongan las leyes que a ellos les conviene, o bien, para que sean autorizados para ganar licitaciones, contratos con los gobiernos, etc., por ello es que, el problema es muy grave, en tanto no se trate de controlar esas grandes empresas, por muchos buenos propósitos o bien, por mucha buena voluntad que se tenga, por lo menos, de dientes para fuera. Así, no hay forma de controlar la corrupción, por eso es que la reforma constitucional del 27 de mayo de 2015, ha sido un autentico fracaso, y peor aun, lo que falta por venir. (Web: parmenasradio.org)

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