“La corrupción se llama Segalmex”

Silvino Vergara Nava

“El combate a la economía sucia, al narcotráfico, a la estafa

y el fraude, a la corrupción, plagas contemporáneas

prohijadas por ese antivalor, ese que sostiene que somos

 más felices si nos enriquecemos sea como sea”.

José Mujíca

Uno de los refranes más conocidos es aquel que reza: “En el arca abierta, hasta el justo peca”, y es que siempre se debe de aprender de los refranes, de aquellas citas de conocimiento popular arraigados a lo largo del tiempo, no es un conocimiento científico, pero es algo tan cierto como lo que estamos viviendo en la actualidad en esta administración publica federal que está llegando a su parte final y que, desde la campaña electoral, el slogan era combatir ese mal que tanto aqueja a México desde hace muchos años, que llegó al grado más alto en el sexenio pasado, con el caso de la “casita blanca” de Lomas de Chapultepec, en la ciudad de México y que se llama: Corrupción.

Y es que, esa reforma a la Constitución, fue para aparentemente combatir la corrupción, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 27 de mayo de 2015, en donde se modificó todo el sistema de persecución y combate de esa corrupción que tanta lacera y que no se ve la forma de detenerla, más con esta administración pública federal que, dentro de las cosas que ha heredado de las anteriores administraciones son las malas mañas y la corrupción.

Prueba de ello es que, no se ha podido combatir el problema de la corrupción hasta para las insignificantes citas en el SAT, es decir, para que un simple contribuyente acuda a cumplir las obligaciones fiscales, hasta para eso resulta que hay corrupción, para tener una simple cita y realizar un trámite. Si eso no se ha podido combatir y acabar, no se puede pedir mucho para lograr acabar con la corrupción en los rubros más importantes.

Hoy, estamos ante un problema muy grave, porque si bien, por un lado, en la palestra nacional, se sostiene que se ha terminado con la corrupción, debajo de esa palestra las cosas son totalmente distintas, no se ha resuelto nada, ni se ha combatido absolutamente nada de la corrupción, esta sigue a pasos galopantes y sin que exista el mínimo interés en contenerla. Por lo pronto, ya salió la primera titular de la secretaria de la función publica federal que es la encargada precisamente de combatir la corrupción, y su salida fue sin ningún resultado, por ello fue su salida.

No obstante, no se resolvió el problema y la medicina sigue siendo igual que la enfermedad, o incluso, hasta peor. No hay quien se atreva a combatir esa corrupción, se queda en las noticias olvidadas, pocos medios de comunicación le dan importancia a la ausencia del combate a la corrupción y lo que siempre sucede es que, no pasa nada, más que sigue sobreviviendo la impunidad.

El caso que se ha desbordado es el de Segalmex, (Seguridad Alimentaría de México) creada esa institución en esta administración publica federal y que provocó la desaparición de DICONSA (sistema de distribuidoras Conasupo, s.a. de c.v.), LICONSA (Leche Industrializada Conasupo, S. A. de C. V.) y desde luego CONASUPO (Compañía nacional de subsistencias populares), de muy malos recuerdos sobre actos de corrupción en los tiempos de la administración publica federal de 1988 a 1994. CONASUPO estuvo importando leche contaminada de Chernóbil que en el año de abril de 1986 se dio ese suceso lamentable de la explosión de la planta nuclear, y que esto provocó daños a quienes consumieron esa lecha de los que, por cierto, ya nadie recuerda, ni se le dio seguimiento alguno.

Resulta que esa serie de empresas paraestatales siempre han estado en las noticias sobre sus actos de corrupción, por lo cual hoy estamos ante la presencia de uno más de la historia de este país en donde su población ya ha perdido la capacidad de asombro de lo que sucede con la corrupción. Ahora resulta que en Segalmex, se adquirió una gran cantidad de garrafones de agua, un millón, que no fueron entregados más que una cuarta parte de ellos. Y, la empresa que los suministró no aparece, contando con un domicilio fiscal falso, y demás fechorías, es decir, pareciera que no hay forma de parar la corrupción, ni acaso quien llega con buenos propósitos para hacerlo. En realidad, el problema ya está dicho con el refrán que reza: “En el arca abierta, hasta la más justo peca”. Por eso es que hoy la corrupción se llama Segalmex. (Web: parmenasradio.org)

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