Diez años y nada

-Diez años de la nueva Ley de Amparo-

Silvino Vergara Nava

Nos encontramos con que los países

 en donde se pisotean con mayor violencia

 los valores constitucionales y los derechos

 individuales y colectivos y se vive

cotidianamente horrores físicos y morales,

cuentan con constituciones técnicamente

 impecables. Luego es claro que la

Constitución, por sí sola, no garantiza nada”.

Alejandro Nieto

Este mes de abril, concretamente el 3 de abril de 2023, se cumplen diez años de la nueva ley de amparo, tiempo suficiente como para hacer una evaluación de la administración de justicia en este país con esta nueva ley de amparo, siendo el amparo por mucho tiempo la estrella en el ámbito jurídico de México, la que se ha presumido a los cuatro vientos sobre ese medio de defensa para la tutela de los derechos fundamentales, esto es, los previstos en la Constitución.

Debido a la reforma constitucional del 6 de junio de 2011, concretamente a los numerales 103 y 107 constitucionales, se estableció la necesidad de hacer reformas que terminaron con la creación de la nueva ley de amparo, misma que se publicó el 2 de abril de 2013 y que entró en vigor al día siguiente, el objetivo era muy claro, corregir muchos de los errores que con el paso del tiempo se observaban con la ley anterior. Además, muchos de los procedimientos previstos en aquella ley, ya habían sido rebasados por los criterios de los tribunales, con el afán de hacer más eficaz la administración de justicia que tanto hace falta en México.

Pero, a diez años de la entrada en vigor de la esa nueva ley de amparo, bien se podría hacer una evaluación de lo sucedido con ella, es decir ¿Qué tan eficaz se ha convertido la administración de justicia en el país?

La respuesta puede ser en dos versiones, la primera, asumiendo como se observa esa ley por los ciudadanos de a pie, que, desde luego, no tienen el conocimiento jurídico suficiente y solamente se puede opinar por lo que se observa en el día a día en el país. La otra respuesta es la de los expertos en la materia, respecto a los avances o retrocesos de la nueva ley de amparo.

Pero, si iniciamos con la primera postura, es decir, del ciudadano de a pie, lo que se percibe en la administración de justicia en el país con la nueva ley de amparo, por más esfuerzos que se hacen la administración de justicia en el país, es un desastre, es suficiente viendo que el justiciable acude a los tribunales y juzgados y son requeridos, sobreseídos, negado sus amparos. En resumen, ineficacia la administración de justicia, por muchas razones que se desconocen por el ciudadano común, hacen que en su experiencia quede en cada uno de ellos que, los medios de defensa oficiales en un estado de derecho son alternos a la solución que se pueda dar por otras vías. Por ello, en el día a día, se aumentan la violencia en el país, ya no es noticia saber que apareció un muerto por alguna colonia, que hay quien fue despojado de sus propiedades, que fue desplazado de sus tierras y comunidades, que detienen a un asaltante en algún transporte público, etc. Para el ciudadano de a pie, parte de la inseguridad pública es por razones de que las leyes que permiten la administración de justicia son ineficaces.

Por su parte, el mismo ciudadano común, tiene muy claro que el funcionamiento de la administración de justicia, por más leyes que se inventen depende mucho de tipo de servidores públicos con que cuenten. Si bien, sirven aun los juzgados y tribunales, a veces a marchas forzadas, pero particularmente, por contar con jueces y magistrados con mucha capacidad, con mucho corazón a su función, por ello es que, sigue sirviendo la administración de justicia en México. Pero, si quitamos a esas mujeres y hombres que todavía son mayoría, es evidente que, es un desastre la administración de justicia, no se requiere de mucho conocimiento para observar que el país cada día es más violento, cada día hay más impunidad, cada día hay más delincuencia, y ni hablar de la delincuencia organizada, que precisamente por ello no se puede combatir, ni contener.

Así como hay funcionarios que hacen hasta lo imposible por cumplir con la administración de justicia, también hay los corruptos que, dicho sea de paso, han aumentado y venden sus resoluciones como si fueran de su patrimonio o propias de su cuerpo, por otro lado, los ignorantes, que resuelven sin conocimiento alguno de la función tan importante que están realizando. Finalmente, los indiferentes, esto es que, en el caso de la administración de justicia, es de todos conocido que hacen todos los esfuerzos para desechar demandas, promociones, pruebas. En resumen, para denegar justicia. Pareciera que, esa es su labor y con eso se congratulan. Sobre el problema de corrupción en que se atraviesa, es mas, con el grado de una ministra que ha copiado tesis toda su vida para contar con un currículum aceptable, es una prueba fehaciente que no hay mucho esfuerzo para tratar de acabar con dicha corrupción o contenerla por lo menos. Y sobre todo esto, mucho tiene que ver esa nueva ley de amparo que está cumpliendo diez años. (Web: parmenasradio.org)

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