Dr. Silvino Vergara Nava
“Derecha e izquierda colaboran así
a despolitizar la política cuando
coinciden en despreciar su lógica”
Daniel Innerarity
En esta tercera semana del mes de octubre de 2021, se ha puesto en los medios de comunicación el debate que se ha presentado en la cámara de diputados federal, respecto a la reforma fiscal para 2022, es decir, en relación con la aprobación del denominado paquete económico que presenta cada 8 de septiembre la presidencia de la república en turno, y lo que se visualizó fueron: discusiones acaloradas, empujones, ofensas, golpes, desdenes. Pareciera que esa es la forma de legislar, muy a la mexicana, y que no tiene mucha diferencia con lo que sucede en la espectacular lucha libre mexicana, que dicho sea de paso, antes de la pandemia, muchos de los turistas extranjeros acudían a las arenas del territorio nacional, como parte de sus guías turísticas a ver ese espectáculo mexicano. A ese grado son esas discusiones entre diputados novatos, al estar recientemente instituidos y los reelegidos por una imprudente reforma constitucional que les permite esa reelección inmediata, como si las reelecciones en México no causaran tantos daños.
Los debates, los empujones, golpes y desdenes se dieron alrededor de tres temas centrales, como si esto fuera el único contenido de la reforma fiscal, cuando es claro que cuenta con un sinnúmero de modificaciones que ni se pudieron debatir, ni se alcanzaron a leer, pero en el caso de esas tres son las que desviaron la atención de los diputados para no alcanzar a comprender las otras reformas fiscales, y esas tres fueron: la regularización de los vehículos ilegales en territorio nacional a los que se les denomina como “chocolates”, la restricción en el monto de los donativos a las denominadas “donatarias autorizadas” por parte de las personas físicas, finalmente, la obligatoriedad de inscripción en el registro federal de contribuyentes a los mayores de 18 años.
Las discusiones fueron tan acaloradas que pareciera que con estos tres temas se iban a resolver los verdaderos problemas del país, como son los 102 mil muertos por violencia en este sexenio, el desempleo avasallante, el cierre masivo de empresas en la pandemia, los muertos y contagiados por esa enfermedad, la inseguridad pública, la estanflación, el problema con los precios del gas y la gasolina, etc., pero da la casualidad que de todo eso no se habla en la reforma fiscal, como sino existiera esa realidad más que estos tres temas mencionados, y es a lo que se le denomina como “problemas artificiales”, es decir, son los creados por el propio sistema y resueltos por el mismo. En tanto, ya produjeron los efectos deseados, que es el desviar la atención, hablar de otra cosa, perder de vista los graves problemas de la nación y en resumen dejar confundida a la población.
Desde luego que estos tres temas debatidos son verdaderamente absurdos y penosos escucharlos en un México aparentemente más democrático. Muchos nos ponemos a pensar: ¿Cuánto cuestan estos debates para el erario nacional?, es que se insiste, pareciera que no hay más problemas, como sino se observen los crímenes en Tamaulipas, Michoacán, Quintana Roo, Guerrero, por citar algunos de los más recientes que llegan a casos verdaderamente inhumanos, es mas, hasta en la propia ciudad de México con el atentado en las puertas del aeropuerto, ciudad en donde a pesar de todas las calamidades que se presentan, no pasa nada o bien, aparentemente todo está en orden.
¿Cuando veremos un debate fiscal en serio?, ¿Cuándo sabremos que fueron invitados empresarios, artesanos y agricultores para escuchar sus problemas fiscales?, ¿Cuándo estará en la palestra un ciudadano de a pie describiendo las penurias para hacer un trámite en el SAT, IMSS e INFONAVIT?, ¿Cuándo observaremos el discurso de un profesor, investigador, estudiante, académico respecto a las teorías más recientes desde el derecho fiscal? Po para ello falta mucho tiempo, por lo menos con los espectáculos de estos días, muchos moriremos sin ver esos sucesos, por el contrario, seguiremos observando los empujones, los desprecios, los insultos, cartelones, etc.
Pero sobre todo seguimos viendo las propuestas e iniciativas de ley que lejos de preocuparse por la realidad del país, se centran en regularizar vehículos que para estar en territorio nacional contraviniendo las leyes para su introducción a territorio nacional a eso se le llama demagogia, se enfocan en obligar a los mexicanos de 18 años a que se inscriben en el registro federal de contribuyentes a pesar de no ser contribuyentes, toda una propuesta Kafkaiana, se limitan a seguir golpeando a las donatarias autorizadas que no son ni el diez por ciento las que resultan evasores, sino que por el contrario, hacen mucho por mujeres y hombres de esta nación, en tanto, las reformas sustantivas ni se leen, en fin, somos probablemente el único país en donde se cuenta con leyes sin legislar. (Web: parmenasradio.org).