Pagar impuestos en 2024: ¡Ni queriendo!

-Sobre la crisis de las medianas, pequeñas y microempresas mexicanas-

Silvino Vergara Nava

“Somos la generación más estéril y

mejor preparada de la historia,

coleccionista primero de expectativas

 y luego de frustraciones”.

Azahara Palomeque

En los días que transcurren del mes de enero de 2024, se ha informado en los medios de comunicación que las estadísticas indican que, se aumentó la recaudación de los impuestos federales en el año de 2023, sin embargo, quedó por debajo de las pretensiones recaudatorias, pero, no deja de ser una buena noticia para la administración pública federal, que, dicho sea de paso, entra a sus últimos meses en este mandato. El problema ahora es, si para este año de 2024, se podrá mantener ese ritmo de recaudación que se logró en el año de 2023 en México.

Y es que, no se trata simplemente de dejar de cumplir con la obligación del pago de impuestos por parte de los contribuyentes, especialmente las medianas, pequeñas y microempresas, por la razón de no desear pagarlos, o bien, por esa costumbre arraigada en el pueblo mexicano, heredado de los tiempos de la conquista, en que Hernán Cortes, sostenía: “Se acata, pero, no se cumple”, hablando de los propios mandatos de la corona española, esto es, por el simple incumplimiento de la ley, sino que las cosas no serán iguales en 2024 que en 2023.

¿Cuál es la problemática del pago de impuestos para 2024?, particularmente, para las empresas medianas, pequeñas y micro del país, que son, según las estadísticas del propio gobierno, más del 90%. Y, es que, sencillamente, el sistema no permite que se cumpla con las obligaciones fiscales, pero no por el propio sistema del pago de impuestos, implementado desde los tiempos del presidente E. Zedillo, y que, se ha ido paulatinamente perfeccionando a lo largo de los años, es decir, el impedimento no se trata del cúmulo de obligaciones a cargo de los contribuyentes, de la excesiva legislación vigente, de la amplia discrecionalidad de las autoridades fiscales al ejercer sus atribuciones, del elevado costo de los impuestos, de la complejidad para cumplirlos, esto aún pudiera ser superado, pero, ese no es el problema central.

Lo que se están enfrentando la economía del país y particularmente, la que corresponde a las empresas medianas, pequeñas y microempresas, como no había sucedido previamente, es que, al ser mayormente familiares, se ve más complicado hacer frente a un sistema económico del país que está haciendo crisis, un sistema capitalista financiero que apuesta por la especulación y no por la producción, desde luego que está mostrando su lado más grave, que es el que está afectando a las empresas medianas, pequeñas y micro, que son las que cuentan con la problemática de no poder disponer libremente de fijar los costos de sus productos o servicios, que, por el contrario, esos valores los determinan sus propios clientes, dejando entonces en el tintero los cálculos de los costos verdaderos para poder salir adelante, como es el caso de pagar sueldos, gastos operativos, insumos, y desde luego, los impuestos.

Es conocido que, la única diferencia que se toma en consideración para escoger a los proveedores, en este sistema económico salvaje, es por los precios, o por lo menos, es el punto inicial o el arranque para ello, ya después pasan a considerar otros factores, pero el principal, es el precio que se fija por los propios clientes, en el caso de las grandes empresas que contratan por ejemplo a maquiladoras, resulta que, estas nunca fijan sus precios cuando trabajan a las empresas sobre todo transnacionales, a las grandes cadenas de supermercados, de tiendas de ropa, almacenes, etc., porque son esas las que determina el costo de los productos y particularmente la calidad del producto, incluso, indican a sus propios proveedores quienes deben ser a su vez sus proveedores, a ese grado se ha llegado en esa cadena comercial que hoy está causando más estragos por muchas de las razones que se están viviendo en el país.

Particularmente, el valor del dólar, en un país acostumbrado a vivir con un valor alto del mismo, es claro que, por eso, la actividad principal fue la maquila de exportación, es decir, se hacen o procesan productos en México para regresarlos al extranjero, sin embargo, esta área de oportunidad que existió durante muchos años, en especial desde que se firmó el tratado de libre comercio y entró en vigor en el año de 1994, esa actividad se volvió la principal fuente de ingresos del país, después de los ingresos petroleros y el turismo.

Ahora, con ese valor del dólar, no es atractivo para los clientes norteamericanos mandar sus productos para confeccionar, maquilar, terminarlos en México, por lo cual, están observando otras alternativas, incluso, locales, es decir, que se hagan esos productos adentro del territorio de los Estados Unidos de América, por lo cual, las empresas que trabajaban con más de 50 personas o incluso, hasta de algunos miles de personas que estaban laborando, han cerrado, y esto no es otra cosa más que la dinámica económica que se nos impuso desde esos años y que, por ello, no estábamos preparados para este cambio repentino que se ha dado con el valor del dólar, desde luego, habrá quien se beneficie con ese valor estando en el territorio nacional, pero la actividad más recurrente en México era la maquila, que se encuentra en verdadera crisis.

Y, esta es la razón por la cual pudiera decirse que, para el pago de impuestos, se incrementarán considerablemente los morosos, por lo cual las autoridades fiscales se verán en la disyuntiva de aplicar las disposiciones legales, como son sanciones y represiones a los particulares, con la consecuencia lógica de más desempleo, y desde luego, mayor empleo informal. En fin, con esto es más que suficiente para acreditar que, el pago de impuestos en el año de 2024, estará en severa crisis, y que los contribuyentes, aun queriendo, será muy difícil el cumplimiento de sus obligaciones fiscales. (Web: parmenasradio.org)

Compartir

Facebook
WhatsApp
Twitter
LinkedIn
Email