¿Hacia un México sin empleos?

– ¿Empleos o maquinas? –

Silvino Vergara Nava

“Se ha reemplazado un desastroso

acuerdo comercial que recompensó

la subcontratación con un acuerdo

comercial verdaderamente justo y

recíproco que mantendrá empleos,

riqueza y crecimiento aquí mismo

 en Estados Unidos”.

Donald Trump

¿Cuántos empresarios mexicanos se están lamentando haber apostado por la mano de obra y no por la tecnología?, ¿por qué se apostó en México por empleos y no por máquinas?, ¿subsistirán las empresas mexicanas con empleados o con tecnología?, ¿qué vamos a hacer con la tecnología?, ¿qué vamos a hacer con los empleados?

Estas preguntas son las que circulan en la mente de todos los dueños de empresas, en las cámaras y organismos empresariales, es el tema principal, sobre todo, de aquellas empresas con giros comerciales que requieren de mucha mano de obra, así como las empresas denominadas medianas, pequeñas e incluso, hasta las microempresas que al no contar con la capacidad de invertir en tecnología esta, la sustituyen con empleados, sin embargo, en estos últimos años se están topando con un futuro nada promisorio, cuentan con personal, pero no con máquinas.

¿Por qué ese debate tan actual?, pero que no se pone a la luz pública, la respuesta es sencilla, se han aumentado las cargas laborales, más por decreto que por condiciones económicas que así lo permitan, el aumento del salario mínimo, la expansión de derechos laborales, la reforma para controlar la subcontratación a lo que se denomina como: “Outsourcing”, el control del valor del peso ante el dólar, el aumento de los intereses y sobre todo; la inflación, están haciendo que se requiera de oxígeno artificial para que puedan subsistir miles de empresas mexicanas ante esta serie de condicionantes que están afectando ya no su crecimiento, sino simplemente su subsistencia.

Pero, ¿cuál es ese oxígeno artificial?, desde luego, el financiamiento, pero no solamente el financiamiento bancario, sino el financiamiento con los propios proveedores, el financiamiento con los impuestos, ya sea vía planeaciones fiscales riesgosas o no, o bien, simplemente la omisión contributiva.

Pero, de esta serie de cambios laborales que se han presentado, falta mencionar que todos estos no se deben particularmente a las políticas públicas del gobierno federal o bien, del espíritu de mejorar las condiciones laborales de miles de trabajadores, de ser así, estas reformas serían graduales y muy bien estudiadas, pero no es así, en el caso de la reforma de las outsourcing, es claro que había una presión internacional muy fuerte a México para que, se implementara algo, lo que fuera, pero ya era urgente y con ello frenar la subcontratación, y esto se debe a que, atrás de todos estos buenos propósitos nos topamos con el nuevo tratado de libre comercio entre México, Canadá y Estados Unidos de América, siendo este último el principal promotor de ese nuevo tratado comercial, y en especial por el partido republicano.

La prueba es fehaciente, basta con dar un repaso a lo que sucedió en México después de que México firmó el tratado de libre comercio anterior, es decir, el que correspondió al inicio de su vigencia en 1994, todo cambio en nuestra nación. En el caso de este nuevo tratado de 2020, no es la excepción, y para muestra no hay nada mejor que, analizar algunas de las frases del presidente de Estados Unidos de América, cuando firmó ese tratado, el fatídico, para México, 29 de enero de 2020.

Sostenía el presidente del país vecino, en aquella fecha: “El término Tratado de Libre Comercio de América del Norte tiene una connotación negativa en Estados Unidos porque fue un acuerdo terrible… Hemos perdido más de una cuarta parte de nuestros empleos en la industria desde que se aprobó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y hemos perdido 60.000 fábricas desde que China se unió a la Organización Mundial del Comercio en 2001… Hoy, finalmente, estamos terminando la pesadilla del TLCAN… Se ha reemplazado un desastroso acuerdo comercial que recompensó la subcontratación con un acuerdo comercial verdaderamente justo y recíproco que mantendrá empleos, riqueza y crecimiento aquí mismo en Estados Unidos… Este es el acuerdo comercial más importante que ha firmado mi administración.”

Pareciera que, siguiendo este discurso del Presidente de Estados Unidos de América cuando firma el tratado en aquel 29 de enero de 2020, se está dando la línea de lo que pasaría en México en los siguientes años: Había que terminar con la subcontratación en nuestro territorio nacional, los norteamericanos requieren contar con sus empresas en su territorio nacional, con sus empleados nacionales, así, para los inocentes y optimistas, el denominado “nearshoring”, debe de quedarles claro que, no es para nosotros, sus vecinos, es para ellos. Diría un refrán muy popular: “No dan paso sin huarache”, siempre velan por sus intereses y beneficios, no por los de sus vecinos, menos los vecinos mexicanos. Así, se explica mejor la reforma de las outsourcing del 23 de abril de 2021, la serie de derechos laborales que se han expandido en México, el aumento de los costos para contar con mano de obra en lugar de tecnología en las empresas en nuestra nación, incluso, el valor del peso ante el dólar norteamericano, si el dólar estuviera más elevado en su precio, desde luego que sería redituable para los norteamericanos mandar a maquilar a México, es decir, la subcontratación, pero esto no es así, si el precio del dólar es bajo, entonces, no es redituable, es evidente que con ese tratado de libre comercio, ya lo dijo el presidente norteamericano que lo firmo, no es para la subcontratación, es simplemente para competir comercialmente con ellos, lo cual México y los miles de nuestras empresas, no tenemos capacidad alguna para ello, menos ahora que estamos en el dilema de: ¿Tecnología o empleados?, ¿empleados o tecnología? (Web: parmenasradio.org)

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