La verdadera transformación en México es el T-MEC

Silvino Vergara Nava

«El populismo es intrínsecamente neutral:

 Una suerte de dispositivo político trascendental-

formal que puede incorporarse a diferentes

 compromisos políticos. El populismo no es

un movimiento político específico sino

lo político en estado puro: La “inflexión”

del espacio social capaz

de afectar a cualquier contenido político».

Slavoj Žižek

En el sexenio que se ha vendido como la transformación de México y que se sostenía desde la campaña electoral, es el que corresponde al periodo de 2018 a 2024, y es una realidad, desde luego que, nunca se dijo claramente y con todas sus palabras por la voz oficial en que consistía esa transformación, pero de que hay una transformación la hay.

Pero, esa transformación no es desde las políticas públicas gubernamentales que se pretendían imponer por la administración pública federal, porque en la mayoría de los rubros se encuentran ausentes y se han dejado a la deriva. Tal es el caso de la educación, que resulta tan importante para que las naciones se desarrollen, y el complemento de ello, que son las políticas tributarias. Ambas, deberían de estar a la par, pero son dos de las cuales, hay una ausencia total de implementación; se quedaron a la deriva, como barco sin rumbo. Sin embargo, si hay otras políticas publicas que se les puso énfasis, más que para apoyar a los más necesitados, como la forma en comprar sujetos comprometidos con ese proyecto y dicho así por la presidencia de la República. En ese punto, si que ha habido apoyo a diestra y siniestra en esas pensiones que se les denomina como: “Pensiones no tributarias”, porque no hubo un pago de impuestos o contribuciones de por medio por las personas que reciben esos apoyos, sino que provienen de “la buena mano” del Estado. Adicional al clientelismo político, se implementaron por la necesidad de despresurizar a un país que estaba al borde del caos político, si es que no se tomaban algunas de esas medidas que, si bien son simples paliativos, ya están institucionalizados.

Sin embargo, esa no es la transformación la que viene de esa parte de las becas a los alumnos, a los jóvenes, a los adultos mayores, sino que la transformación viene del T–MEC, que se firmó apresuradamente en los tiempos del presidente de los Estados Unidos de América D. Trump, y que entró en vigor como prioridad considerando los tiempos electorales de ese país el 1º. de julio de 2020, en plena pandemia, en tanto contábamos las perdidas humanas, los enfermos, las perdidas millonarias, el desempleo, la falta de actividad normal, el cierre de miles de empresas medianas y pequeñas. En tanto sucedía todo esto, se ponía en marcha dicho tratado de libre comercio de América del norte, que se trata de la verdadera transformación de México, no es la administración pública federal actual, que esta muy apresurada en entregar la estafeta presidencial ante la falta de ideas para gobernar; lo que está transformando al país son los intereses norteamericanos con México.

Los efectos del tratado se están viendo día con día, en parte, son resultado de la experiencia de los norteamericanos en contar con sus procesos de producción fuera de su territorio y a distancias muy lejanas, concretamente en Asia, además, la experiencia de lo vivido con la pandemia, no en relación a sus muertos y enfermos, sino a la falta de suministro de mercancías, lo que deja como resultado que, se debe de regresar la industria a sus territorios, por lo menos, lo más cercano a ellos. Pero, también, por lo que está sucediendo en México, y por lo que se dice en los discursos, el propósito principal es regresar la mano de obra a su país. El informe dado por el presidente de Estados Unidos de América sobre el estado de la nación en esta segunda semana de febrero de 2023 lo demuestra; el principal objetivo es recuperar el empleo en ese país, y la mejor forma de recuperarlo es implementando una serie de complejidades a las empresas norteamericanas para desincentivar que sigan en China o la India, o bien, que se instalen sus operaciones principales en México.

Por lo que hace a México, si bien las empresas norteamericanas tienen el interés de instalarse lo mas cercanos a su territorio de origen, lo cierto es que, el ambiente que se nos ha impuesto desde el exterior e incluso, en el interior, de lo que sucede en México, es una invitación para darnos las espaldas, y no considerar la opción mexicana de instalar aquí las empresas, es claro el propósito de ambos partidos políticos de aquel país vecino, se debe de recuperar el empleo en Norteamérica, a sabiendas que estamos viviendo los tiempos del capitalismo financiero, en donde una de sus características es el desempleo, un sistema en donde incluso, miles de profesionistas, personas preparadas, ya no encontraran trabajo a lo largo de sus vidas.

Y es que, desde un observatorio México se ve como un país en donde la inseguridad publica es cada día más grave, no tiene forma de frenarse, en donde detienen a un narcotraficante y se colapsa toda una entidad federativa, un país en donde no tiene rumbo su gobierno gastando el tiempo en condenar el pasado, pero sin trabajar para el futuro, un país en donde hay un juicio en Nueva York, de un ex secretario de Estado coludido con el crimen organizado. Un país en donde, desde la óptica de los negocios, hay problemas de suministro y generación de energía eléctrica, en donde se ha transformado la legislación para terminar con el outsourcing, insourcing, con los salarios mínimos, un país, en donde para rematar el peso ya no resulta tan barato ante el dólar norteamericano. Esta realidad que estamos viviendo es la verdadera transformación impuesta desde Washington para México y el reto para el ciudadano de a pie, es afrontar esta que es la efectiva transformación mexicana. (Web: parmenasradio.org)

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